La Catrina, conocida originalmente como «La Calavera Garbancera,» fue creada en 1910 por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada. Surgió como una burla hacia aquellos que, a pesar de tener sangre indígena, adoptaban la moda y costumbres europeas para ocultar sus raíces mientras vendían garbanzos en el mercado de Teran ubicado en el estado de Aguascalientes, México.
Fue Diego Rivera le dio su característico atuendo, plasmándola en su famoso mural «Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central.» Posada apuntó: «La muerte es democrática, al final, de güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera.»
La primera Catrina apareció en 1912 y se encuentra en el Museo de Aguascalientes. En el Día de Muertos, se asocia con la Mictécacihuatl, la señora de los muertos. Actualmente, la Catrina representa una fusión de lo prehispánico y colonial, dando vida a una de las tradiciones más emblemáticas de México: el Día de Muertos.