“A buen árbol te arrimas…”: El salto de Sandra Aguilar al PRI

La salida de Sandra Aguilar y la llegada de Danae Figueroa: el contraste entre el oportunismo y el liderazgo en Movimiento Ciudadano Tlaxcala.

Dice el dicho que  «el que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija» y Sandra Aguilar Vega parece haberlo interpretado al revés. Renunció a Movimiento Ciudadano, un partido que, con sus altas y bajas, ha mantenido una reputación más limpia frente a los ojos de la sociedad, para terminar en las filas del PRI, el partido que encabeza la lista de negativos en México.

Sandra, quien justificó su renuncia con un discurso de “convicciones ciudadanas”, tardó poco en mostrar sus verdaderas intenciones: convertirse en una de las caras visibles de un partido que ella misma criticó ferozmente durante su campaña como candidata a diputada plurinominal. Hoy ha dejado a MC sin representación en el Congreso Local, pues gracias a esas siglas llegó como Diputada. Es irónico que quienes prometen transformar la política terminan transformándose a sí mismos al menor desencuentro. Y es que su salida de Movimiento Ciudadano no tiene que ver con ideales, sino con su incapacidad para aceptar la llegada de Danae Figueroa Martínez como dirigente estatal.

Sandra Aguilar Vega minutos después de haber renunciado a Movimiento Ciudadano, con Alejandro Moreno dirigente Nacional del PRI

Mientras Aguilar se acomoda en el PRI, Movimiento Ciudadano demuestra que no necesita lastres para crecer. La llegada de Danae Figueroa Martínez como dirigente estatal no solo representa un aire fresco, sino que está respaldada por resultados contundentes. En las pasadas elecciones federales, Danae encabezó la fórmula del Distrito 2 a la Diputación Federal, logrando más de 36 mil votos, la mayor votación en la historia de Movimiento Ciudadano en Tlaxcala. Este distrito no solo posicionó al partido como segunda fuerza, sino que también aportó la mayor cantidad de votos a Jorge Álvarez Máynez en su carrera por la presidencia nacional del partido.

Los números hablan por sí solos y fueron clave para que figuras nacionales como Dante Delgado y Álvarez Máynez respaldaran a Danae en su llegada a la dirigencia estatal. Empresaria exitosa y estratega política, Danae ha trabajado incansablemente en la capacitación de candidatos y en actividades proselitistas que consolidaron los avances del partido en el pasado proceso electoral. Su liderazgo no es casualidad, sino el resultado de un esfuerzo sostenido que ahora da frutos.

Dante Delgado y Álvarez Máynez respaldado a Danae Figueroa Martínez como nueva Dirigente de Movimiento Ciudadano en Tlaxcala

Sin embargo ha desatado los berrinches de quienes prefieren mantener cotos de poder antes que sumar al proyecto. Aguilar y su aliada Elsa Cordero, ambas señaladas en más de una ocasión por dividir al partido, optaron por irse. ¿La razón? Sus intentos de imponer intereses personales fracasaron, dejando en evidencia que no estaban para construir, sino para negociar.

El paso de Sandra al PRI es la definición de retroceso. De un partido que busca construir un mensaje fresco y renovado, termina en uno que carga décadas de reproches por corrupción y prácticas arcaicas. Y aunque en el PRI la celebran como un “gran liderazgo”, lo cierto es que Aguilar llega con una reputación más útil para sumar titulares en los medios que resultados. En redes sociales, la salida de ambas exmilitantes de Movimiento Ciudadano ha sido recibida con aplausos, no por nostalgia, sino por el alivio que representa su salida.

Lo que queda claro es que, mientras algunos buscan liderazgos que conecten con la ciudadanía, otros se mueven por caprichos y conveniencias. Con Danae Figueroa, Movimiento Ciudadano tiene una oportunidad de fortalecerse, con una figura que representa no solo resultados, sino también una narrativa de superación que puede resonar con la sociedad.

Sandra Aguilar nos dejó una lección con su salida: no todos saben reconocer un buen árbol cuando lo tienen al lado. Movimiento Ciudadano debe aprovechar esta oportunidad para seguir creciendo sin lastres, mientras quienes decidieron mudarse al PRI aprenderán, tarde o temprano, que no todo lo que brilla es oro.

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