Estudiantes del Tecnológico de Apizaco volvieron a destacar en la competencia nacional Gravity Race Car, un evento donde la velocidad, el diseño y el control se ponen a prueba sin necesidad de motores. Esta vez, la cita fue en las montañas de Arteaga, Coahuila, y los jóvenes tlaxcaltecas demostraron una vez más su capacidad para competir al tú por tú con las mejores universidades del país.
Innovación sobre ruedas… ¡sin motor!
La competencia Gravity Race Car se celebra dos veces al año en distintas montañas de la República Mexicana. En ella, los vehículos participantes deben descender pendientes pronunciadas sin motor alguno. El diseño de cada auto debe ser ágil, ligero (menos de 100 kg) y perfectamente controlable. Entre los principales criterios de evaluación están el tiempo de descenso, el manejo del piloto y la originalidad del diseño.
El año pasado, el evento tuvo lugar en La Malinche, donde los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Sistemas Automotrices del Instituto Tecnológico de Apizaco sorprendieron al llevarse el premio al mejor diseño y el primer lugar en la categoría de novatos, en su debut. Con ello, superaron a instituciones reconocidas como el Tec de Monterrey, UATX, BUAP, y universidades de Guadalajara y Puebla.
Nuevo reto, mismos resultados destacados
Este año, el equipo decidió redoblar esfuerzos y presentar dos vehículos en la competencia realizada hoy en Arteaga, Coahuila. Ambos autos fueron galardonados por su diseño y, además, obtuvieron el tercer lugar en la carrera de novatos. Nuevamente, dejaron atrás a campus como el Tec de Monterrey (Torreón y Chihuahua), la UATX y la BUAP.
«Es un orgullo ver cómo nuestros estudiantes destacan a nivel nacional, demostrando que Tlaxcala tiene talento, ingenio y capacidad para competir con cualquier universidad del país», señalaron docentes del Tecnológico de Apizaco.
Orgullo tlaxcalteca sobre las montañas
La participación de estos jóvenes no solo refleja el alto nivel académico del Tecnológico de Apizaco, sino también su creatividad, disciplina y pasión por la ingeniería automotriz. Además, su desempeño en la competencia contribuye a posicionar a Tlaxcala como un semillero de talento en el ámbito tecnológico y de diseño.
Con resultados como estos, queda claro que la calidad educativa de Tlaxcala está a la altura de cualquier otra entidad del país. Y que, incluso sin motores, estos jóvenes tienen todo para seguir acelerando hacia el éxito.