El Senado aprobó 201 ascensos en el Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, en un acto que, según la senadora Ana Lilia Rivera, honra la disciplina, la lealtad y la vocación de servicio de quienes defienden la soberanía de México.
El Senado de la República ratificó 201 ascensos en el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, en un homenaje institucional a las Fuerzas Armadas que sirven con honor, valor, lealtad y disciplina a la nación.
La presidenta de la Comisión de Defensa Nacional, Ana Lilia Rivera, afirmó que la aprobación de los ascensos representa un reconocimiento al mérito, la entrega y la vocación de servicio de las mujeres y hombres que han hecho del uniforme militar un símbolo de compromiso con México.
La legisladora tlaxcalteca explicó que este proceso se desarrolla a lo largo de todo un año y es llevado a cabo por los órganos especializados de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), encargados de analizar minuciosamente los expedientes de cada candidata y candidato.
Con estas ratificaciones, destacó, se fortalece la institucionalidad militar, se garantiza la certeza en los procesos de carrera y se consolida el respeto entre los poderes de la República.
“Con la aprobación de este dictamen, el Senado cumple con su responsabilidad y honra la trayectoria de quienes, con esfuerzo, disciplina, patriotismo y lealtad, han hecho del uniforme un símbolo de entrega y servicio a la nación”.
Durante la lectura del dictamen, Rivera subrayó que los ascensos y ratificaciones “son resultado de una evaluación integral del desempeño, la conducta, la aptitud profesional y el mérito de quienes han dedicado su vida al servicio de la nación”.
Agregó que detrás de cada nombre “hay años de preparación, sacrificio y disciplina, verificados con el rigor que solo el ámbito castrense puede garantizar, pero que, en el fondo, son pueblo uniformado con valor, gallardía y mucho amor a su patria”.
Rivera precisó que el trabajo del Senado no consiste en repetir la valoración técnica, sino en asegurar que el proceso se conduzca conforme a la ley y que las ratificaciones se aprueben en tiempo y forma para que los ascensos surtan efectos el 20 de noviembre, fecha emblemática establecida en la legislación militar.
Subrayó que resolver dentro del plazo constitucional significa cumplir con la obligación de garantizar certeza jurídica y continuidad institucional en las Fuerzas Armadas, y recordó que el artículo 76, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos confiere al Senado la facultad exclusiva de ratificar los ascensos otorgados por la persona titular del Poder Ejecutivo Federal a coroneles y demás jefes superiores.
“Con este acto, el Senado ejerce su papel constitucional de control y equilibrio entre poderes, otorgando legitimidad democrática a una decisión que se origina en el ámbito técnico-militar”.
Finalmente, la senadora reafirmó su confianza y respeto a las Fuerzas Armadas de México, que diariamente trabajan para proteger la integridad territorial, la independencia y la soberanía nacional, así como para salvaguardar a la población civil y la seguridad al interior del país.
“La fortaleza de las naciones radica en el dominio, la disciplina y el reconocimiento de sus Fuerzas Armadas. ¡Gracias por su labor, por su entrega y por su amor a México!”, acotó.
