Hablar de Ana Lilia Rivera, es sinónimo de trabajo, lucha y entrega. Desde el Senado de la República abrió camino a través del quehacer parlamentario y con resultados la fueron consolidando en el ánimo de los liderazgos nacionales.
En lo que lleva la presente legislatura, cuatro años, demostró ser la más productiva, con más dictámenes votados y con un finísimo trabajo con las diferentes corrientes al interior de Morena y con los diferentes institutos políticos representados en la Cámara Alta.
Este fino trabajo con resultados a la vista, fortalece estar en el mejor de los ánimos de quien despacha en Palacio Nacional.
No olvida su sencillez y sus orígenes, que son Su motor de lucha para defensa de los que menos tienen. Ha enerbolado esta bandera desde antes que fuera diputada local en el 2008, lo que le valió el reconocimiento y la aceptación de los diferentes sectores en la entidad.
Tener una representante, orgullosa tlaxcalteca en el Senado de la República, de esta talla, sin menospreciar a otras políticas que han transitado por este escaño, sin pena ni gloria, es verdaderamente de reconocimiento.
Electa por una mayoría contundente, 113 votos de 121 del pleno del Senado, teniendo la gratitud de sus pares por su desempeño como Presidenta de la Comisión de Asuntos Legislativos Segunda, es un claro mensaje de que tenemos a una de las mejores legisladoras y políticas en la historia moderna de nuestra entidad y porque no decirlo, también en todo el país.
Vienen tiempos de grandes pruebas y retos, que seguramente con el trabajo y el resultado mostrado en estos últimos años, la Senadora Ana Lilia Rivera es y será garantía y fiel testimonio de la cuarta transformación en nuestro país.