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El peligro oculto de Tlaxcala: ¿qué pasaría si La Malinche despierta?

La Malinche, también conocida como Matlalcueye, es un coloso dormido que se alza a 4,420 metros sobre el nivel del mar en el estado de Tlaxcala. Aunque muchos lugareños la ven solo como una montaña imponente y pacífica, en realidad es un estratovolcán con un pasado eruptivo y un potencial riesgo latente. Las autoridades científicas la consideran entre los volcanes más peligrosos de México debido a su tamaño y a la cantidad de población que vive en sus alrededores, incluidas las ciudades de Puebla y Tlaxcala a menos de 30 km del cráter.

Un gigante dormido con historia explosiva

La Malinche es un volcán geológicamente activo en reposo. Su última gran erupción ocurrió hace aproximadamente 3,100 años, alrededor del año 1150 a.C. A pesar de este largo periodo de inactividad, estudios geológicos han confirmado que ha tenido erupciones violentas en el pasado, seguidas por siglos de calma.

Aunque hoy La Malinche luce erosionada y cubierta de bosques, no está extinta. El cráter original está cubierto por domos de lava, lo que contribuye a la percepción de ser solo una montaña. Sin embargo, el CENAPRED la considera un volcán activo y la mantiene bajo vigilancia por su cercanía a zonas densamente pobladas.

Actualmente, no hay indicios de magma cercano a la superficie, y los temblores registrados se atribuyen al reacomodo natural de la montaña. Aun así, existen instrumentos sísmicos instalados por la UNAM para detectar cualquier cambio en su comportamiento.Señales recientes: entre la calma y la vigilancia

Aunque La Malinche no ha mostrado actividad eruptiva en tiempos modernos, sí ha emitido señales menores que recuerdan su origen volcánico. En las últimas décadas, se han detectado microsismos bajo el edificio volcánico, percibidos ocasionalmente por comunidades como San Miguel Canoa (Puebla) y San Pablo del Monte (Tlaxcala).

Uno de los episodios más notorios ocurrió la madrugada del 27 de diciembre de 2017, cuando sensores captaron la emisión de vapores volcánicos acompañados de cinco minutos de tremor (vibración sísmica). Aunque no hubo daños, el evento llevó a CENAPRED a activar de forma preventiva el semáforo de alerta Amarillo Fase 1.

La alerta se enfocó en municipios cercanos: Puebla capital, Amozoc y Acajete en Puebla; y San Pablo del Monte, Teolocholco y Chiautempan en Tlaxcala. El fenómeno no escaló y fue atribuido a procesos internos sin implicaciones inmediatas.

Sin embargo, el hecho evidenció que La Malinche sigue viva, aunque a fuego lento. Los expertos coinciden en que debe ser considerada un volcán dormido, no extinto, y por eso la vigilancia instrumental y la información preventiva se mantienen activas.

Señales recientes: entre la calma y la vigilancia

Aunque La Malinche no ha mostrado actividad eruptiva en tiempos modernos, sí ha emitido señales menores que recuerdan su origen volcánico. En las últimas décadas, se han detectado microsismos bajo el edificio volcánico, percibidos ocasionalmente por comunidades como San Miguel Canoa (Puebla) y San Pablo del Monte (Tlaxcala).

Uno de los episodios más notorios ocurrió la madrugada del 27 de diciembre de 2017, cuando sensores captaron la emisión de vapores volcánicos acompañados de cinco minutos de tremor (vibración sísmica). Aunque no hubo daños, el evento llevó a CENAPRED a activar de forma preventiva el semáforo de alerta Amarillo Fase 1.

La alerta se enfocó en municipios cercanos: Puebla capital, Amozoc y Acajete en Puebla; y San Pablo del Monte, Teolocholco y Chiautempan en Tlaxcala. El fenómeno no escaló y fue atribuido a procesos internos sin implicaciones inmediatas.

Sin embargo, el hecho evidenció que La Malinche sigue viva, aunque a fuego lento. Los expertos coinciden en que debe ser considerada un volcán dormido, no extinto, y por eso la vigilancia instrumental y la información preventiva se mantienen activas.

Escenarios hipotéticos de erupción

Si La Malinche llegara a reactivarse, sus consecuencias dependerían de la intensidad. A continuación se presentan cuatro escenarios posibles, de menor a mayor gravedad, con base en estudios del historial eruptivo del volcán.

1. Actividad leve (fumarolas y microsismos)

  • Emisión de gases sulfurosos y calor superficial.
  • Microsismos e incremento de fumarolas en la cumbre.
  • Tiempo de respuesta: horas a días.
  • Se cerraría el Parque Nacional y se emitiría alerta preventiva.
  • No se requeriría evacuación.

2. Erupción moderada (explosión menor)

  • Erupción pequeña con columna de ceniza visible.
  • Caída de ceniza en un radio de hasta 20 km.
  • Tiempo para actuar: 1 a 3 días para evacuaciones focalizadas.
  • Evacuación preventiva de comunidades cercanas al cráter.
  • Uso de cubrebocas y protección de agua potable recomendados.

3. Erupción fuerte (escenario grave)

  • Erupción pliniana con ceniza extendida a Tlaxcala, Puebla y posiblemente otros estados.
  • Flujos piroclásticos y lahares afectarían hasta 30 km a la redonda.
  • Tiempo estimado de evacuación: 6 a 12 horas desde la alerta roja.
  • Se activaría el Plan DN-III con apoyo del ejército y refugios masivos.
  • Riesgo alto de víctimas si no se evacúa con tiempo.

4. Escenario catastrófico (colapso del volcán)

  • Avalancha de escombros, erupción masiva y gran devastación regional.
  • Caída de ceniza superior a 30 cm en zonas pobladas.
  • Margen de acción: mínimo o nulo sin monitoreo previo.
  • Evacuación total en un radio de 30-40 km.
  • Impacto económico y social severo durante semanas o meses.

En todos los casos, la vigilancia temprana y la educación ciudadana podrían salvar vidas. La preparación es clave para cualquier eventualidad.

Municipios en riesgo y rutas de evacuación

Si ocurriera una erupción moderada o mayor, los municipios más vulnerables serían aquellos situados en las faldas del volcán o en la trayectoria de posibles flujos de lodo y ceniza.

Municipios en riesgo (Tlaxcala):

  • San Pablo del Monte
  • Teolocholco
  • Chiautempan
  • Zitlaltepec
  • Huamantla
  • Tetlanohcan
  • Acuamanala

Municipios en riesgo (Puebla):

  • Acajete
  • Amozoc
  • San Miguel Canoa
  • Domingo Arenas
  • Ciudad de Puebla (por caída de ceniza)

Estudios históricos indican que zonas como Huamantla y Canoa han recibido materiales volcánicos en erupciones pasadas. Su ubicación en barrancas y valles aumenta el riesgo ante lahares o flujos piroclásticos.

Rutas de evacuación:

Las autoridades han trazado rutas preliminares usando carreteras existentes. Algunas de las más importantes incluyen:

  • Desde Tlaxcala: Vía Corta Tlaxcala-Puebla hacia la capital estatal o el norte del estado.
  • Desde Puebla: Autopista Puebla-Orizaba y caminos hacia Tepeyahualco o Ciudad Serdán.
  • Evitar: barrancas, cauces y zonas bajas por riesgo de flujos de lodo.

Tiempo estimado para evacuar: entre 6 y 12 horas, dependiendo de la magnitud del evento. Por eso es clave conocer rutas seguras y tener un plan familiar.

En caso de emergencia, se activarían refugios temporales en Apizaco, Tlaxcala capital, Huamantla y la ciudad de Puebla. El apoyo interinstitucional incluiría al Ejército, Protección Civil y la Guardia Nacional.

¿Puede La Malinche activar otros volcanes?

Una de las dudas más frecuentes es si una erupción en La Malinche podría generar una reacción en cadena en volcanes cercanos como el Popocatépetl, el Pico de Orizaba o el Iztaccíhuatl, todos ellos parte del Eje Neovolcánico Transversal.

De acuerdo con el CENAPRED, no hay evidencia científica de que un volcán pueda detonar directamente la actividad de otro. Cada volcán tiene su propio sistema magmático independiente, por lo que una erupción en La Malinche no activaría automáticamente a sus vecinos.

Aunque todos los volcanes del eje comparten un mismo origen tectónico —la subducción de la placa de Cocos bajo la de Norteamérica—, su comportamiento es individual. Por ejemplo, el Popocatépetl ha estado activo por décadas, mientras que el Iztaccíhuatl permanece dormido.

Es cierto que una gran erupción podría causar efectos indirectos, como sismos locales o caída de ceniza en otros volcanes, pero estos no alteran sus procesos internos. En resumen: no existe un “efecto dominó” volcánico confirmado entre estos gigantes.

La vigilancia regional, sin embargo, se mantiene activa en todos los frentes. Monitorear La Malinche también ayuda a reforzar la vigilancia del Popocatépetl y otros volcanes de la región.

Preparación, prevención y cierre

Aunque una erupción de La Malinche es solo un escenario hipotético a corto plazo, este ejercicio nos deja una lección clara: la información salva vidas. Las autoridades federales y estatales, junto con instituciones como la UNAM y CENAPRED, ya han trabajado en mapas de riesgo y escenarios eruptivos para el volcán.

Es esencial que la ciudadanía:

  • Conozca si su comunidad está en zona de riesgo volcánico.
  • Identifique rutas de evacuación y refugios temporales.
  • Tenga lista una mochila de emergencia (documentos, medicamentos, agua, lámpara, alimentos).
  • Participe en simulacros escolares o comunitarios.
  • No difunda rumores; siga solo fuentes oficiales como CENAPRED, Protección Civil y medios confiables.

También es clave proteger el entorno natural: conservar los bosques de La Malinche previene deslaves y lahares ante cualquier evento. Evitar la deforestación y los incendios forestales también es una forma de reducir riesgos futuros.

Vivir cerca de un volcán no debe ser motivo de miedo, sino de conciencia. La Malinche es símbolo de Tlaxcala y Puebla: su belleza, historia y fertilidad son parte de nuestra identidad. Prepararse ante cualquier eventualidad es, también, un acto de amor por nuestra tierra.

Conclusión: hoy el volcán está en calma, pero no olvidemos su historia ni su fuerza dormida. Si algún día decide despertar, que nos encuentre informados, organizados y listos.

Fuentes consultadas

  • Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)
  • Instituto de Geofísica de la UNAM
  • Programa de Manejo del Parque Nacional La Malinche
  • Global Volcanism Program – Smithsonian Institution
  • Comunicados oficiales de Protección Civil estatal (Tlaxcala y Puebla)
  • Estudios geológicos sobre La Malinche publicados en revistas científicas mexicanas

Créditos: Reportaje y redacción original por La Polilla Tlaxcala, con base en fuentes oficiales y documentación científica. Este artículo forma parte de una serie de contenidos especiales que buscan fomentar la cultura de prevención en la región centro de México.

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